Pero claro es que te incitaban:
No había cerveza sin alcohol.No te avisaban en las cajetillas de tabaco del peligro de fumar.Sólo recibías (en las tutorías) una charla sobre drogas.Algunos de los asistentes sabían muuuuucho más que los ponentes.
Asi que; caías en la ruín y lúgubre vida de lo subterráneo, de lo malvado, en las tinieblas.
"Por si acaso la rebajaremos con un poco de Bebida espirituosa".Y mientras bebo plácido en la puerta del Bianco, en Nova Canet, seguiré practicando en como encender el zippo con sólo dos dedos.
Dios mío Agustín ,¿ como lo hacías?.



Fernando
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