Cuando llegamos al Insti, funcionaba y la utilizábamos no solamente para beber en el recreo si no también como recurso para mojar a las chicas.
Aún recuerdo a Angela Ferrete corriendo como una desesperada con aquellos pantalones rojos ( que tan bién le sentaban por cierto...) , para que no la choparan por completo.
Luego dejó de funcionar pero se mantuvo en pie hasta sus últimos días.
Por cierto el agua era ..Mejor ni nombrarlo.
Simplemente: LA FUENTE.
Simplemente: LA FUENTE.
pues mira, la fuente no la recordaba (y a Angela F. y sus pantalones rojos menos todavía...)
ResponderEliminarMuy atractiva.
ResponderEliminarViéndola aprendí a no parpadear en tres o cuatro minutos, para no perderme ni un detalle. Más que con vaqueros, los fines de semana cruzaba por la Plaza España, hacia la discoteca, con un vestido morado claro (lila) y zapatos de tacón. Llevaba siempre melenita corta. Era muy alta.
Por aquellos tiempos había una canción de Umberto Tozzi, que se llamaba “Por Angela”.
Ay si me llega a pillar veinticinco años más joven y un poco bastante más guapo.
El pulpero
que bonito te ha quedado eso para una canción...
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