Que no, que no,...no os empeñéis , que no sería lo mismo.
Por aquellos años, de un brinco te la birlabas.Llegabas al huerto en un plis - plas.
La cazadora en el banco.Y los apuntes.
Es el último día antes de las vacaciones de Navidad y ya todo nos da igual.
Cogías los cítricos y junto a todos te los comías.
La visita a la fuente del patio era obligada:
¡ Las manos recién perfumadas de pelar y más pelar, tanta mandarina ¡.
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